jueves, 7 de agosto de 2008

¡¡Es la boda... ya los locutores, lo saben, lo saben!!

¿Así o más larga la ausencia?
Para todos mis fanáticos, pueden apagar las veladoras... pueden empezar las peregrinaciones de rodillas a la basílica... pueden dejar por fin tranquilo a San Charbel... no más llamadas por favor a Locatel... ni a hospitales, penitenciarías, comandancias de policía, morgues, antros, bares, cantinas, piqueras, toreos, tugurios, tables, moteles, auto-hoteles, ni nada que se le parezca.

Todo lo anterior por un sencillo motivo... ¡He regresado! Jeje se que los he tenido extremadamente preocupados, pero tranquilas mis queridas ovejas, el pastor sigue en pie.

Luego de la intempestiva presentación, he de anunciarles que reiniciamos la Segunda Temporada del Blog porque ya era tiempo y también por existir un tema que me animó a escribir. Y ese tema es... la boda de la niña que fue lo que podría considerar como primer amor.

Breve historia. Ambos en la misma carrera, primer semestre. Clásico. Ella no era de aquí y pues con su belleza física y forma de ser inocente al igual que yo (en ese entonces, claro!! jeje) me hizo interesarme absolutamente. Estuvimos casi todo ese semestre juntos, sufriendo ambos, ella por estar lejos de casa por primera vez y yo por... pues por solidaridad jejeje. Alguna vez incluso dentro de esos tiempos, me invitó a su casa paterna a la cual fui con un primo... la verdad es que excelente su familia. Nos trató de primera aun y cuando "formalmente" solo eramos amigos esta niña y yo (pensándolo bien, tal vez por eso nos trataron así!!).

Terminó ese semestre y me la pasé añorándola ese diciembre... hasta que en enero llegó y todo había cambiado... ya parecía más segura, más dispuesta a conocer el mundo que le rodeaba y no solo a un servidor y pues nada, que al intentar definir si podríamos ser "oficialmente" algo más que amigos, su respuesta fue un "no" intentando ser sutil, que más bien me pareció hasta infantil.

Y bueno, como ustedes imaginarán me tuve que aguantar ese y otros 6 semestres más ya que éramos compañeros de salón y no había de otra. En esos momentos pensé que sería terrible, y más cuando en tercer semestre supe (y vi) que ya tenía novio... uno o dos años mayor, también estudiante de la carrera. Fue complicado. Pero por alguna extraña razón (tal vez porque fui jefe de grupo un buen rato y este individuo me veía de argüendero en el salón de su novia) él me trataba muy bien! Cuando nos topabamos en donde fuera (incluso en la calle), ponía su mejor sonrisa Colgate y me saludaba... y con el tiempo ya incluso sumamente amistoso. Jeje sin duda esto facilitó ampliamente mi proceso de duelo y logré superarlo rápidamente casi hasta el punto de que en 4° semestre ya me daba gusto verlos juntos (mhh bueno igual en ese momento inicié con otra relación turbulenta de la que les platicaré en 2 semanas).

Transcurrió la carrera sin inconvenientes y me acostumbré a verlos, sin afectarme en realidad dicha situación hasta que nos dejamos de ver porque ella se fue a una ciudad norteña a continuar con el Internado, periodo en el cual supongo que terminó su relación con este agradable "socio" jeje.
Esporádicamente nos encontrábamos ella y yo por messenger, algún correo electrónico... en fin, todo bien y superado. Supe que durante su estancia por allá inició una relación con algún colega y hasta la fecha seguía.

Esto es que hace un par de semanas aproximadamente recibí un correo de esta chica en el que me invitaba, junto con algunos compañeros más, a su próxima Boda la cual será celebrada el día de mañana en su lugar de origen, aquel donde algún día fui con mi primo... ou mai god.

Y conociéndome, sabiendo como pienso... ¿creen sinceramente que iré, considerando que ella fue la primer persona con quien el corazón latió fuerte, con quien sufrí hombro a hombro y que incluso me bateó de una forma sutil pero salvaje (se oyó como de Animal Planet)?

Pues... ¡CLARO! Por supuesto que ahí estaré. Después de muchos años en el negocio de la vida me he podido dar cuenta de ciertas situaciones, entre ellas que por más que te agrade una persona, puede ser que ella no sienta lo mismo por ti, y no por eso está mal. Al contrario. Vale más (un buen amooooor... que mil costaaaales de ooooooroooooo!! Ajua! jaja) su apertura e intención de mantenerse cerca. Dicen que una de las fiestas que es para presumir por parte de los contrayentes, son las bodas. Pero más que eso yo quiero creer que me ha considerado una persona lo suficientemente cercana (decir importante me parece vanidad) en su vida como para hacerme partícipe de este evento trascendental en el ámbito personal.
Qué gusto (y no dicho de la manera frecuentemente hipócrita) el poder estar en ese momento cerca, junto con algunos amigos mutuos.

No sé si está bien o es inadecuado, y la verdad no es algo que me resulte importante descubrir. Finalmente creo que de eso se trata... de que si esa persona que fue importante para mí ahora tiene la posibilidad de ser feliz, qué bien! Un gusto para mí y mucho más para ella. El evento bien valen las 5 horas de camino hasta allá en un viaje relámpago de 2 días.

Así que espero leas esto mi estimada N y sepas que aunque tendré la oportunidad de hacerlo mañana, quiero desde hoy desearte un matrimonio lleno de éxitos en todos sentidos. Que tengas la oportunidad de ser muy feliz y que me siento distinguido al poder ser parte de un evento como el que habrá mañana. FELICIDADES!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Harbanito! yo si sufria xq no escribias en el blog u_u

de vrd q m agrada leer lo q escribes y pues q tengas un excelente viaje hasta el lugar donde es la boda! =P

Cuidate mucho! y aki stare leyendo de nuevo!

SaLudiRRis! xP

Anónimo dijo...

Que tal Doc, pues buen viaje y que no lo traicione la melancolia, no vayas a impedir la boda!!! jajaja NTC. Que bien que le desees lo mejor, esa es la actitud ingao!!! :)

oso dijo...

Hola Jorge Orlando:
Vi un comentario de Diana Santiago, por favor dile: que sí aún hay lugar en el vagón de tu existencia, me encantaría subir a él.
La conocí en el Hospital 1º de Octubre.
rauljortegac@gmail.com