En el lapso de estos últimos días, me he encontrado con las consecuencias prenavideñas que son muy, muy molestas. ¿Cuáles?
Ah pues para empezar, hay 2 cosas que debo mencionar que me molestan de sobremanera en una persona: La indiferencia y la prepotencia.
Y si bien afortunadamente la segunda no es tan común como otras veces en estas fechas (insisto, creo que tienen que ver las épocas), la primera se presenta... pero a la inversa.
No me acabo de explicar por qué jodidos si una persona todo el pinxe año le valiste bien madre, ahora resulta que le interesa lo que piensas, lo que dices, cómo actúas y los problemas que tienes!! En este caso me parece que únicamente ayuda a su cochambrosa conciencia el interesarse por tí! ¿Por qué si invitaste a salir a una chavala todo el año y fueron negativas, ahora piensa en la posibilidad? ¿Por qué si la gente sabía que pasaste en el año situaciones complejas ahora quiere estar junto a tí y enterarse de todo lo que olímpicamente le VALIÓ MADRES durante ese tiempo?
Por mí que mejor no pregunten y se queden con sus "palabras amables".
Creo que es momento de "perdón, reflexión y buenos deseos", pero también es momento de sacar los costales de basura (refiriéndome a gente indeseable) que te rodean. Total, nadie va a cambiar porque sí y es más sano desprenderse de una persona de la que no obtienes NADA (no me refiero a lo material) que seguir siendo objeto de su compasión decembrina.
Tengo en el trabajo una compañera digamos simplemente "buena onda"... más o menos guapa, pero hasta ahí. Todo el año fue prácticamente de saludo simplemente, y nunca hubo una plática más o menos interesante (ni intenciones ni tiempo por parte de ella). Últimamente que he andado pensativo ¡ahora si resulta que le interesa qué me pasa! Pero no para ofrecerme al menos escuchar algunas de mis dudas existenciales, sino me parece que más bien le alimenta el morbo de saber las broncas de los demás so pretexto de la fraternidad navideña!
Mi mal consejo: Tratar de ser buenas personas pero NO caer en hipocresía. Si siempre te valió madre alguien y sientes que no ha dejado de causarte el mismo sentimiento, ¡pues permítete que te siga valiendo madre! Si no quieres que te pregunten qué te pasa (creo que lo aplicaré en mí... jeje), ¡pues entonces quita la jeta de guajolote en 22 de diciembre! En pocas palabras, y como un buen ejercicio de sinceridad navideña, propongo las siguientes frases para esas bellas fiestas:
1) "Muchas felicidades, quería decirte que antes me valías madre... y ahora me sigues causando el mismo sentimiento!!!"
2) "Por supuesto que no me alegro que te vaya mal!! Digamos que sino me perjudicas, pues que te vaya bien entonces"
3) "¿Sabes mi estimado (a)? Pensé que tu regalo navideño iba a ser la xingadera de siempre!!!.... y no me equivoqué!! Para el otro año mejor regálame dinero wey!"
4) "Ándale, cuéntame cómo has estado?? Necesito saber de alguien más jodido que yo para levantarme el ánimo"
Estas, como muchas otras bellas frases contribuirían a liberar el alma y llenarían de manera más adecuada el espíritu de la navidad: Sinceridad y fuera hipocresías!!
Que conste que la navidad, aunque no parezca, me agrada. Es una época de la que tengo buenos recuerdos y pasan cosas positivas... pero eso no quiere decir que no pueda hacer propuestas de mejora!! Jeje
Ah! y por último... por favor, no pregunten lo que no quieran saber.
