miércoles, 16 de abril de 2008

Informales y cobardes

No sé a cuántos de ustedes les pase o haya pasado, pero creo que una característica muy desagradable de la gente es no tener el valor para decirte las cosas que piensa, cree o quiere, de frente. Resulta entendible que no siempre sea posible definirte dentro de los aspectos antes mencionados debido a las consecuencias que puede acarrear, que en ocasiones son realmente duras, sin embargo es mejor ser francos que decir cosas a espaldas de la gente... o peor aun, no decirlas.
Es comprensible, yo mismo sería un hipócrita si en esta oportunidad sugiriera ser 100% sinceros. Esa es una característica utópica e irrealizable de un ser humano. Pero lo que sí me parece mejor es decir ciertas cosas en su momento y evitar las informalidades y contradicciones.

Por ejemplo, en estos momentos me encuentro en proceso de venta de mi laptop (alguien se interesa?? jeje). La anuncié en un periódico local y entre otras existió una persona que estaba aparentemente muy interesada e incluso insistiendo por medio de llamadas a mi teléfono celular para poder verla.

Pues bien, era un individuo de unos 45 años aproximadamente que decía no conocer mucho de computación, profesionista y actualmente realizando un estudio de posgrado. Un uso elemental era el que le daría. Todo bien hasta ahí. Después de mil preguntas, aclaraciones, pruebas, etc., quedó formalmente de acudir al día siguiente por la mañana y con el dinero, para llevarse la computadora. Yo no iba a estar al encontrarme en el trabajo y bueno pues para no hacer muy largo el cuento, no fue. Por un momento pensé que habría entendido mal y que en realidad acudiría a la misma hora convenida, pero por la noche... ¿y qué creen? Pues sí, no llegó. Al llamarle (según esto era tan formal todo que hasta su nombre y teléfono me dio), me comentaba que no le fue posible acudir (¿a poco?? :S) y que pues la verdad hablando con algunos familiares le habían dicho que era un poco cara...

Cierto, está en su derecho de arrepentirse y comprar lo que le parezca más adecuado para su bolsillo o necesidades, sin embargo ¿para qué entonces hizo trato muy formalmente si iba a necesitar que le dijeran qué hacer? ¿por qué no tuvo la delicadeza de llamarme y comentar que no acudiría? Dispuso del tiempo de un familiar, que es el que le haría entrega de la lap y eso no se vale.

Y ejemplos así, sobran. Desafortunadamente no ha sido raro tener que convivir con gente de este tipo. Incluso en el hospital, cuando era Interno, estando en el servicio de urgencias en ocasiones teníamos algunos minutos disponibles poco antes del mediodía para comer algo en la residencia. Acudía con permiso del médico adscrito con el que estuviera rotando y cuando este pedía que me localizara algún compañero del mismo servicio (sobre todo 2 en particular con los que según yo no tenía problemas), le hacían notar mi ausencia haciendo comentarios poco favorecedores para un servidor.
Total, como dije respecto al primer caso, el de la venta de la lap. ¿Por qué no tener la delicadeza de avisar que te arrepentiste? No pedía sinceridad, tal vez ninguna explicación o simplemente una mentira, pero avisar!!! Y respecto al segundo caso, cuando era interno, sin duda que cuando no tengas nada qué decir de una persona, mejor cállate! O dilo enfrente de ella! Porque luego resultaba que al enterarme de que me estaban "echando tierra", investigaba y preguntaba a los directamente responsables y los muy mariquitas negaban todo haciéndose pasar casi casi como santos e incapaces de tales atrocidades...

Así que bien. Si sabes que no tendrás el valor de reconocer lo que has dicho o hecho, entonces mejor ¡abstente de siquiera intentarlo!

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